Según el diccionario autosuficiencia significa: “Estado
o condición del que se basta a sí mismo”. Algunos creen que son como Superman, que
no necesitan de nada ni nadie para cumplir sus metas, creen poder tomar
sus propias decisiones solos.
Piensan que solo necesitan su propia opinión para
escoger a su pareja o hasta en el matrimonio, quieren resolver cada dificultad
por ellos mismos.
Son incapaces de pedir ayuda, porque íntimamente
sienten que no la necesitan. Por lo tanto, cuando algo les sale mal, tienden a
culpar a otro y hasta algunos se atreven a culpar a Dios por las cosas que les
pasan. El debiera ser nuestra guía para cada decisión y no solo alguien a
quien acudimos cuando todo se nos complica.
Reconoce que si hoy encuentras puertas abiertas, no es
porque tú mismo las abriste, ni siquiera se debe a tus fuerzas o inteligencia. Dios
es el único que nos da una verdadera victoria, quien salva, fortalece, perdona
tus transgresiones, en fin El único capaz de ofrecerte vida eterna.
Deja de pensar que todo lo puedes hacer sin Dios en esta
vida, pues separado de El, tu vida carece de sentido, seguridad y
esperanza. Debemos reconocer que sin El nada podemos, su Palabra nos dice: “Yo
soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste
lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer” Juan 15:5
Podemos tener victorias, pero serán pasajeras. Podemos
construir reinos, pero si solo están cimentados en la autosuficiencia, se
parece al hombre insensato que construyó su casa sobre la arena, que al
no tener un fundamento sólido, puede desmoronarse con gran facilidad. Pero, si
buscas lo eterno, lo que no se acaba, lo que permanece para siempre: esa paz,
ese gozo, esa alegría eterna; solo la podrás encontrar única y exclusivamente
en Jesucristo que es la fuente de vida eterna.
“Pon tu vida en sus manos, confía plenamente en él, y él
actuará en tu favor”. Salmos 37:5(TLA)
Fuente: Cvc la Voz
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