El fracaso
puede ser el termómetro que mide nuestra capacidad de ser un buen líder, un
buen padre de familia, un mejor empresario, un buen ministro, un buen
hombre de negocios, un buen profesional en cualquier materia etc. o
por el contrario el fracaso nos derrota y nos deja sucumbir en nuestros
intentos por salir adelante con cualquier proyecto que deseemos.