PARA TODO HAY UN TIEMPO SEÑALADO (Eclesiastés 3:1)

Alguna vez se ha repetido las siguientes palabras  “no me alcanzo el tiempo”, “No me quedo tiempo”, “no hubo tiempo”, etc. Si en alguna ocasión o con frecuencia usted se ha dicho estas palabras es porque tal vez no alcanzo a realizar una tarea o algo  que tenía que hacer en determinado momento; verdad?

Si analizamos Bien, el día, dura 24 horas, y todos tenemos el mismo tiempo. Dios no le dio más tiempo a unos que a otros; todos gozamos de el en la misma proporción.

Sin embargo hay personas que realizan más actividades que otras durante el día, a que se debe esto?

Veamos: Dios dice que hay un tiempo para cada cosa (véase Eclesiastés 3: 2-8). Lo primero que tenemos que identificar es, cuáles son sus prioridades,  cuáles son sus metas y las actividades específicas que podrían ayudarte a alcanzarlas.

Como superar el miedo al Fracaso

Aprender del fracaso  nos puede llevar  a una futura victoria

El fracaso puede ser el termómetro que mide nuestra capacidad de ser un buen líder, un buen padre de familia, un mejor empresario,  un buen ministro, un buen hombre de negocios, un buen profesional en cualquier materia  etc.  o por el contrario el fracaso nos derrota y nos deja sucumbir en nuestros intentos por salir adelante con cualquier proyecto que deseemos.

Las Dificultades

Las dificultades o tormentas las vivimos todos los seres humanos: estas tormentas o momentos difíciles nos llegan en cualquier momento de nuestras vidas trayendo aflicción y dolor, trayéndonos desesperanza, caída

del animo y todo aquello que no permite que vivas una vida plena.

En un mundo tan desacomodado a la voluntad de Dios, vemos a diario personas  tributadas, pasando por situaciones bien engorro zas; situaciones de llanto y dolor donde pareciera que ya no hay esperanza que nada tiene solución y que todo termina ahí.

Es tiempo de Visionar

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En medio de todas las circunstancias que estamos viviendo en estos días, hay promesas para los hijos de Dios. 

Hoy quiero hablarles a cerca de  Visionar; es decir, proyectarnos en el nombre de Jesús a ver, visualizar e ir mas halla de lo que el ojo humano puede ver.